Al igual que otro tipo de espacios, el diseño de un almacén no es una cuestión casual. Cada una de las zonas está pensada para un uso y con el objetivo de favorecer los procesos logísticos, y entre ellas, se encuentra la zona de carga y descarga.
Esta zona es clave para optimizar los tiempos de trabajo y, por ende, la productividad de la empresa. Se trata del espacio donde recepcionar y enviar la mercancía de un almacén. Es el punto de unión entre el transporte exterior y el almacén en sí. Por ello, es un lugar de tránsito constante, imprescindible para el almacén y que debe estar bien diseñado para evitar una paralización del stock. Lo más recomendable es crear una zona de carga y descarga para la entrada de mercancías y otra para la salida de las mismas.
Cuanto más ágiles sean los trabajos de carga y descarga, menos tiempo tardarán los vehículos de reparto en iniciar la ruta, por lo que contar con unas buenas instalaciones es muy importante.
Para que un almacén funcione de una forma idónea debe contar con las siguientes zonas:
Tipos de zona de carga y descarga de un almacén
Dependiendo de dónde esté la zona de carga y descarga se puede hablar de dos tipos de zonas. Por un lado, las que están fuera del almacén, es decir, son independientes a él aunque dentro del mismo recinto, y las que se encuentran dentro.
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