La Dirección General de Tráfico (DGT) está en proceso de modificar el Reglamento General de Circulación de 2003, con el objetivo de mejorar la seguridad vial y promover una movilidad más segura, especialmente en entornos urbanos. Una de las propuestas más significativas en esta reforma es la reducción de los límites permitidos de alcoholemia, inicialmente planteada solo para conductores profesionales, pero que ahora podría extenderse también a los conductores particulares.
En la propuesta original, se planteaba una reducción del 30% en los límites de alcoholemia para los conductores profesionales. Esto habría significado pasar de un límite de 0,30 gramos de alcohol por litro de sangre a 0,20 gramos y de 0,15 miligramos por litro de aire espirado a 0,10 miligramos. Sin embargo, esta medida fue recibida con críticas por parte de la patronal Fenadismer, que representa a los transportistas.
Fenadismer argumentó que reducir los límites solo para los conductores profesionales envía el mensaje erróneo de que este colectivo es responsable de la mayoría de los accidentes relacionados con el alcohol, cuando en realidad, la mayoría de estos accidentes son causados por conductores particulares. La patronal subraya que los conductores profesionales ya son conscientes de los riesgos y, en su mayoría, cumplen estrictamente con la normativa vigente.
El Ministerio del Interior ha considerado esta crítica y ha anunciado la posibilidad de extender la rebaja de los límites de alcoholemia también a los conductores particulares, en línea con las regulaciones de otros países europeos. Actualmente, España se encuentra en la banda alta en cuanto a límites permitidos de alcoholemia, con una tasa máxima de 0,50 gramos por litro de sangre para conductores particulares.
En comparación, países como Estonia, Polonia y Suecia tienen límites mucho más estrictos, con un máximo de 0,20 gramos por litro, y en otros como Eslovaquia, Hungría, República Checa y Rumanía, el límite es aún más drástico, situándose en 0,0 gramos por litro, cumpliendo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud(OMS).
Tendencias Europeas y el Futuro en España:
El debate sobre los límites de alcoholemia no es exclusivo de España. En los últimos años, muchos países europeos han endurecido sus regulaciones en este campo para reducir los accidentes de tráfico y mejorar la seguridad vial. Países con límites más bajos, como Suecia y Eslovaquia, han mostrado una correlación entre los límites más estrictos y una reducción en el número de accidentes relacionados con el alcohol.
Si España sigue este camino, la rebaja de los límites para conductores particulares sería un paso significativo hacia la armonización de las normativas europeas y una mayor seguridad en las carreteras. Además, podría contribuir a cambiar la cultura del consumo de alcohol antes de conducir, especialmente en zonas urbanas donde la siniestralidad por este motivo sigue siendo una preocupación.
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