Consejos para conducir de manera segura los días de lluvia.

La primavera trae muchos cambios en la temperatura y un aumento en las precipitaciones.

Conducir bajo la lluvia puede provocar accidentes e incidentes en la carretera, y más si eres transportista de mercancías. La inestabilidad del terreno junto con las dimensiones del vehículo y el peso de la carga afectan a la seguridad en la circulación.

Además de estas dificultades se le suman otras, de gran importancia, que vamos a detallar a continuación:

  • Baja visibilidad: es uno de los efectos de la lluvia que más afecta a la conducción, no solo por la falta de luz si no por la intensidad de la lluvia y el agua que se levanta de la calzada.
  • Estabilidad: el agarre de los neumáticos se reduce con la lluvia y eso produce una inestabilidad de la conducción; si hay mucha agua en el pavimento puede provocarse aquaplaning. Además, el estado de las carreteras afecta al agarre y estabilidad.

Para evitar los posibles incidentes y accidentes hay que tomar una serie de medidas de prevención y de actuación en el momento de conducir:

  • Revisión de luces, neumáticos, escobillas y limpiaparabrisas: revisar periódicamente todos estos elementos del vehículo permitirá cambiarlos o repararlos si es necesario y prever posibles accidentes.
  • Aumentar la distancia de seguridad en la conducción con lluvia.
  • Moderar la velocidad y evitar movimientos bruscos y cambios de sentido.
  • Evitar frenazos: es mejor reducir paulatinamente la velocidad que frenar bruscamente.
  • Esquivar, en la medida de lo posible, los grandes charcos para no perder el agarre y control del vehículo.
  • Mantener encendido el aire acondicionado para evitar que los cristales se empañen.
  • No colocarse detrás de otros vehículos de gran tamaño ya que disminuyen, aún más, la visibilidad.
  • Recordar que en los camiones de gran tonelaje existen los denominados “ángulos muertos” en los que no es posible la visibilidad de otros vehículos desde la cabina del camión.

Todos estos consejos ayudarán a mantener el control del camión y a conseguir una correcta circulación con malas temperaturas.

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