La Unión Europea ha dado un paso al frente al dar máxima prioridad al desarrollo del ferrocarril de mercancías entre Zaragoza y Tarragona, adelantando su implementación para el año 2030. Esta medida tiene como objetivo principal impulsar el tráfico ferroviario de mercancías y reducir la carga actual en las carreteras. Esta decisión también respalda financieramente este proyecto, lo que significa un impulso significativo para su realización.
La eurodiputada aragonesa Isabel García (PSOE) ha resaltado que esta medida también beneficiará a la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza), ya que se mejorarán sus accesos y capacidad con los mismos fondos comunitarios. Sin embargo, la Comisión Europea no ha cedido en acelerar la reapertura de la línea internacional de Canfranc, manteniendo su horizonte en el año 2050.
El nuevo reglamento de la Red Transeuropea de Transportes, fruto de dos años de trabajo y negociaciones, fue aprobado recientemente por el Parlamento Europeo, destacando la priorización de conexiones e infraestructuras estratégicas para Aragón. A pesar de ello, hubo votos en contra de algunos grupos españoles, lo que generó cierta controversia.
Estas nuevas normativas incluyen incentivos para construir una red más sostenible y mejorar la multimodalidad del sistema de transporte europeo, lo que implica trenes más eficientes y reducción de tiempos de espera en fronteras.
Por otro lado, Aragón se beneficiará con el desarrollo del eje Cantábrico-Mediterráneo, que deberá estar operativo para 2030, fortaleciendo así su posición logística en Europa. Esta decisión también ejerce presión sobre otros países, como Francia, para cumplir con los compromisos transfronterizos.
Una novedad importante es la inclusión de las líneas Zaragoza-Tardienta y Zaragoza-Lérida-Tarragona como prioritarias para el tráfico de mercancías en el corredor Mediterráneo, respaldando los planes del Gobierno español de invertir en una autopista ferroviaria entre Zaragoza y Tarragona.
En cuanto a Canfranc, a pesar del intento de acelerar su reapertura, no hubo acuerdo con la Comisión Europea debido a la falta de compromiso por parte del Gobierno francés. La Travesía Central Pirenaica también se mantiene en la planificación a largo plazo sin avances significativos.
En resumen, estas decisiones marcan un paso adelante en la mejora de las infraestructuras de transporte en Aragón y en Europa, aunque persisten desafíos importantes en el camino hacia una red de transporte más eficiente y sostenible.