La tecnología es algo que a veces se escapa de nuestra comprensión. Y lo que es cierto, es que en estos últimos años la movilidad está evolucionando a pasos agigantados.
Los coches modernos reciben miles de datos y son capaces de procesarlos e informar al conductor e incluso intervenir si prevén una situación de riesgo. Y es que cuando hablamos de innovación, todo parece posible.
¿Te preguntabas que sería lo siguiente? Las carreteras inteligentes.
Las carreteras inteligentes también conocidas como smart-road, son calzadas que incorporan una tecnología avanzada para lograr tres objetivos principales: aumentar la eficiencia en la conducción, mejorar la seguridad y reducir la contaminación en el medio ambiente.
La construcción y el mantenimiento de las nuevas carreteras inteligentes se cimienta en la innovación y la sostenibilidad: el reciclado de pavimentos o las carreteras solares pintadas con pintura fotosensible, son solo alguna de las alternativas que permiten este tipo de vías.
Además, las carreteras inteligentes serán capaces de recoger información y aportar cada vez más datos de la calzada y de los vehículos, para optimizar el mantenimiento del firme, gestionar de una manera más eficiente el tráfico y aumentar la seguridad de los conductores.
El objetivo, lograr 0 fallecidos, 0 lesionados, 0 congestiones y 0 emisiones en las carreteras.