En nuestro país hay diferentes tipos de carreteras; desde las autopistas más nuevas, hasta los caminos, pasando por las autovías, carreteras nacionales y carreteras secundarias.
El estado de estas carreteras, es clave para garantizar la seguridad en la conducción y evitar posibles accidentes de tráfico. Pero no solo el estado de la calzada, si no también el resto de partes de la carretera tienen que estar debidamente construidos, cuidados y mantenidos para cumplir su propósito y ser seguros: el arcén, la acera, la cuneta, el paso de peatones, etc…
Estas vías se deterioran principalmente por el uso y desgaste que le dan los propios vehículos, pero también hay otras cuestiones que afectan directamente al estado de las mismas. Los fenómenos atmosféricos y climatológicos, como la lluvia, el granizo, la nieve y en gran medida las extremas temperaturas de algunas zonas de nuestro país, suponen un grave agravio para nuestras carreteras, ya que el exceso de altas o bajas temperaturas afectan a los materiales y la composición de las mismas y provoca roturas, baches y badenes inesperados e inoportunos que pueden estropear nuestro vehículo y provocar accidentes a corto o largo plazo.
Para evitar estos importunos es recomendable
- Conducir atento a todos los factores externos ambientales y de la carretera.
- Conducir adecuadamente sin estropear la calzada.
- Conducir a la velocidad permitida en cada carretera y siempre siguiendo las recomendaciones y las señales en carretera fijas y móviles.
- Hacer revisiones periódicas del vehículo.
- Avisar al organismo correspondiente de posibles destrozos grandes en la carretera.
- No arrojar elementos a la carretera.
Desde Transportes Callizo estamos muy comprometidos con la seguridad en las carreteras.