Un servicio de transporte de mercancías supone una serie de procesos que van más allá de la realización física del envío, su transporte y su recepción. Para que todo ello se lleve a cabo con total seguridad y en las mejores condiciones, también son necesarios una serie de trámites administrativos, entre los que se incluye la carta de porte.
La carta de porte es un documento jurídico que demuestra que existe un contrato de transporte y se trata de un elemento imprescindible a nivel administrativo para las empresas del sector logístico. Las autoridades competentes suelen pedirla para poder demostrar que existe un contrato legal.
Hay algunos tipos de transporte de mercancías en los que son más importantes, como en las operaciones de exportación e importación. Lo esencial de la carta de porte es que indica quién envía la mercancía y quién la recibe, así como otros aspectos como el lugar y la forma de entrega pudiendo servir como factura por parte de la empresa de logística. Además, puede incluir el precio del transporte, los gastos que genera y a quién van a cargo, así como la fecha de partida y llegada a destino e información acerca de la carga. También se registra información acerca de la carga que lleva el transportista.
No en todos los transportes de mercancías es necesaria la carta de porte como es el caso de transportes destinados a mudanzas, transportes de vehículos que hayan sufrido una avería o accidente y en transportes de paquetería.