Después de tres semanas de protestas protagonizadas por el sector agrícola y ganadero, la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) expresa la creciente frustración entre las empresas y los autónomos del transporte que enfrentan bloqueos de carreteras a diario, siendo los más afectados.

La CETM subraya que no cuestiona las demandas de los agricultores, quienes tienen todo el derecho de protestar contra medidas que consideran injustas y que perjudican a su sector. Sin embargo, consideran comprensible que el transporte de mercancías por carretera pida que las protestas se lleven a cabo sin bloquear a los camiones de manera indiscriminada.

En su perspectiva, es injusto que el transporte de mercancías tenga que soportar esta situación y asumir los daños económicos sin mencionar el perjuicio que sufren los conductores varados en las carreteras.

La CETM coincide con la Organización Mundial del Transporte por Carretera (IRU), de la cual forma parte, en su llamado a los gobiernos de la Unión Europea para que hagan más para mantener abiertas las rutas comerciales y el derecho a la libre circulación de mercancías, advirtiendo que de no hacerlo, deberán compensar económicamente por las pérdidas.

Por otro lado, Fenadismer, la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España, ha presentado una denuncia penal por coacción y amenaza contra los responsables de los bloqueos que mantuvieron retenidos a cientos de transportistas en Cataluña.

Según Fenadismer, las protestas han causado «daños económicos y personales incalculables a decenas de miles de transportistas, especialmente debido a grupos aislados de agricultores que bloquean con total impunidad durante horas”.

Durante todo el mes de febrero en España, las manifestaciones agrícolas han tenido un impacto significativo no solo en los agricultores, sino también en los transportistas. Según Fenadismer, más de 100.000 camiones se han visto afectados por estas protestas, lo que representa casi la mitad de la flota de camiones pesados en el país.

Una de las principales preocupaciones para los transportistas afectados es el tema de los seguros. Estos seguros, generalmente contratados por cargadores, fabricantes, distribuidores, comerciantes, transportistas y traders, no suelen cubrir los daños causados por el paro o la interrupción de la actividad.