Cualquier ciudad, con una infraestructura comercial importante (tiendas, bares, restaurantes, comercios, servicios…) cuenta con una logística urbana muy completa.
Numerosas furgonetas, camiones y otros vehículos de reparto de mercancías circulan en sus carreteras para transportar los bienes y abastecer a la ciudad de los mismos.
Ahora bien, el auge del comercio electrónico ha hecho que esta libre circulación de transportistas se vea en algunos casos condicionada a muchas restricciones y medidas impuestas por los gobiernos y organismos municipales para evitar una aglomeración, congestión y reducir la contaminación en sus ciudades.
El comercio electrónico llegó para hacer accesible cualquier producto cualquier persona del mundo; pero en los últimos años su uso se ha multiplicado exponencialmente y cada vez son más los usuarios que todo lo compran online, cuyo consumo se ha reducido a la compra electrónica y que además también realizan devoluciones online. Eso se refleja en un cada vez mayor flujo de transportistas en las ciudades.
En el sector del transporte este auge del comercio electrónico no ha sido proporcionalmente positivo; ya que los viajes que se hacen son más numerosos, más cortos y con menor ocupación de sus espacios, por lo que los hace menos productivos.
Para evitar que este cambio de tendencia en el consumo perjudique al ecosistema y a las urbes, los organismos públicos están tomando medidas para prevenir problemas como la congestión y la comunicación.
Imponiendo tarifas para la libre circulación en centros de las ciudades, impidiendo la entrada a vehículos que no cumplan unas características medio ambientales o simplemente impidiendo la entrada de cualquier vehículo al centro histórico de la ciudad; es solo una de las medidas que están tomando los gobiernos locales para conservar su ecosistema y la logística urbana de su municipio; pero no serán las únicas. En los próximos años veremos nuevas soluciones adaptadas a este fin ya que la digitalización ha llegado para quedarse y en adaptarse está la supervivencia real.