El comercio electrónico ha logrado un crecimiento en España en 2021 mayor que la media mundial. Esta tendencia venía surgiendo desde hacía ya un tiempo, pero ha sido la crisis del coronavirus la que la ha acentuado y ha hecho que la mayoría de negocios tengan que adatarse y digitalizarse.
La alimentación, es el sector que más ha crecido a nivel digital, seguido de las nuevas tecnologías y aparatos tecnológicos; en contraposición al sector textil que ha sido el más afectado.
Además, también ha habido una evolución en el tipo de consumidor online, ya que ha surgido un nuevo comprador digital, las personas mayores de 55 años. Este consumidor tiene un perfil y un comportamiento diferente al resto: el dispositivo por el que compra es el ordenador, hace una compra más reflexiva y tiene menor número de carritos abandonados, lo que quiere decir que si ha llegado al carrito es más probable que compre.
El consumidor se ha vuelto más exigente, y cuestiones como el seguimiento del envío y la posibilidad de recibir el paquete en casa o un punto de recogida, se han vuelto vitales a la hora de tomar una decisión de compra online.
Esto ha obligado al sector logístico y de transporte a adaptarse y afrontar un mayor volumen de paquetes que entregar y kilómetros que recorrer. Y sobre todo a digitalizarse, porque sin tener los procesos y actividades digitalizadas no es posible hacer frente a este auge del comercio electrónico que ha venido para quedarse.